Especialistas del sector advirtieron que las malas prácticas de algunos actores,como la evasión fiscal,ponen en peligro el impacto social que ha demostrado tener la economía digital.
Foto: DPL News
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La tecnología ha dinamizado la aparición de nuevos servicios,productos y plataformas digitales que generan beneficios para las personas,como el acceso a oportunidades económicas,educativas y de consumo,propias de la economía digital,que antes no tenían.
Sin embargo,a la par de que la economía digital se expande y evoluciona,también se presentan desafíos y malas prácticas que ponen en riesgo sus beneficios sociales y la protección de los derechos de los usuarios.
Durante un conversatorio sobre “Mejores reglas para la economía digital”,organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM,especialistas del sector advirtieron que la presencia de malos actores ponen en peligro el impacto social que ha demostrado tener el sector digital,refiriéndose a plataformas como inDrive u Only Fans.
Por ejemplo,en el ámbito financiero han surgido diversas plataformas que facilitan el acceso a servicios financieros entre personas que no estaban bancarizadas: tarjetas de débito y crédito,préstamos,financiamiento y servicios de inversión,entre otros.
La tecnología,en ese sentido,ha democratizado el acceso a muchos servicios,destacó Liliana Herrera,directora de Asuntos Públicos de Tala,una Fintech que proporciona préstamos personales.
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El52 por ciento de los clientes de Tala en México ―detalló―son mujeres,y 70 por ciento de las usuarias se dedican al comercio de diferentes productos a través de Internet. En su mayoría,estas mujeres utilizan sus préstamos para sus negocios.
Herrera resaltó que esto pone de manifiesto el potencial de las tecnologías para causar un impacto social en las comunidades.
Pero aún hay mucho por hacer,puntualizó la ejecutiva. En la actualidad,existen unas 4 mil millones de personas que todavía no tienen acceso a servicios financieros,equivalente al 2 por ciento de la población mundial,lo que significa un reto por delante.
Además,pese a sus posibles beneficios,en la economía digital también existen riesgos como la presencia de “malos actores”; es decir,empresas que incurren en malas prácticas,como el no cumplimiento de la regulación,que podrían desencadenar daños a los usuarios.
Liliana Herrera explicó que,por ejemplo,buena parte de las personas que usan las tecnologías financieras no tiene una experiencia previa con los servicios financieros. Y si no hay una adecuada gestión por parte de algunas plataformas,se generan daños.
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Otro ámbito en donde existen malos actores es en el comercio electrónico. Domingo Ruíz López,presidente de la Comisión Fiscal Nacional de Coparmex,expuso que algunas plataformas mienten acerca de los productos que comercializan.
Particularmente,ingresan productos al mercado sin pagar los impuestos correspondientes a la exportación,una práctica de evasión fiscal que no sólo daña el desarrollo del mercado sino también la protección de los derechos de los consumidores.
Domingo Ruiz señaló que la regulación de la economía digital,para abordar estos riesgos,debe basarse en principios del Derecho,enfocándose en la protección y derechos de los consumidores.
“Aunque debemos soltar la necesidad de regular todo,también necesitamos reglas claras que las empresas sepan y cumplan,y que desincentiven a los malos actores”,afirmó Liliana Herrera.
León Felipe Sánchez Ambia,abogado experto en Derecho de Internet,añadió que esto no significa satanizar la innovación en el entorno digital o criminalizar ciertos modelos de negocio,sino lograr un equilibrio con reglas claras que también den cierto espacio a la autorregulación.
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